Abdominoplastia

El paso del tiempo, los malos hábitos alimenticios y un estilo de vida sedentario no solo afectan la salud, sino que también pueden provocar un abdomen voluminoso que resta armonía y elegancia al cuerpo.

La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico diseñado para esculpir un abdomen plano, estilizado y atractivo. Muchas veces, los métodos tradicionales para reducir esta zona son extenuantes y no siempre brindan resultados en el tiempo deseado. Además, no todas las personas cuentan con el espacio o el tiempo necesarios para dedicarse plenamente a este objetivo.

A través de esta cirugía se retira el exceso de grasa abdominal y se refuerza la musculatura de la pared abdominal, logrando así una transformación completa.

Salud, belleza y fortaleza son los resultados esperados, entendiendo que esta zona puede redefinir toda la silueta de tu cuerpo.

El paso del tiempo, los malos hábitos alimentarios y una vida sedentaria no solo afectan la salud, sino que también provocan acumulación de grasa abdominal, pérdida de firmeza y un contorno que desarmoniza la figura.

La abdominoplastia es una cirugía plástica que permite devolverle al abdomen un aspecto más joven, firme y estilizado. Al tratarse de una zona tan amplia del cuerpo, su corrección puede transformar por completo la silueta, logrando una figura más armónica y estética.

Este procedimiento puede incluir diferentes técnicas, aplicadas según las necesidades de cada paciente:

Procedimientos básicos de una abdominoplastia:

Dermolipectomía: Resección de piel excedente y grasa subyacente.
Umbilicoplastia: Remodelación y reposición del ombligo.
Plicatura muscular: Refuerzo de la musculatura abdominal, creando un “corsé” fisiológico.
Lipoaspiración: Eliminación de grasa localizada en abdomen y cintura para lograr un contorno más definido.
Corrección de hernias o defectos estructurales: Si se presentan, se abordan en el mismo procedimiento.

Es importante aclarar que estos componentes se aplican de forma personalizada, según el tipo de abdomen y las condiciones individuales del paciente. Realizar exactamente lo mismo en todos los casos contradice los principios de la buena práctica médica y puede generar complicaciones o resultados insatisfactorios. Por eso, es fundamental conversar abiertamente con el cirujano sobre expectativas, ubicación de cicatrices, forma final del ombligo y otros detalles estéticos.

Generalmente, la abdominoplastia se realiza bajo anestesia peridural, en la cual el paciente permanece consciente pero sedado. Esta técnica se aplica mediante un catéter en la espalda, siendo más selectiva y de recuperación más rápida que la anestesia general. Sin embargo, esta última también puede utilizarse, siempre bajo la supervisión de un anestesiólogo especializado, quien acompaña al paciente durante toda la cirugía y la recuperación inicial.

La intervención tiene una duración aproximada de 2 horas, dependiendo de las técnicas empleadas. Después de la cirugía, el paciente permanece en la clínica entre 12 y 24 horas, y luego continúa su recuperación en casa, con un reposo de entre 8 a 15 días, según evolución médica. Las heridas quedan protegidas con cintas de micropore y, en la mayoría de los casos, se coloca un drenaje para facilitar la recuperación.

Recomendación importante:

El paciente debe comprender que esta cirugía no sustituye un estilo de vida saludable. No es un permiso para comer sin control, sino una oportunidad para reiniciar el cuidado del cuerpo con conciencia, disciplina y bienestar.

POSTOPERATORIO DE ABDOMINOPLASTIA

Tras una abdominoplastia, el paciente queda con la piel abdominal tensa y con sensación de compresión, lo que obliga a mantener una postura semi encorvada durante las primeras semanas para evitar tensión sobre la herida quirúrgica y prevenir complicaciones.

Durante los primeros dos días, es normal la salida de líquido sanguinolento por los orificios quirúrgicos (en ombligo o ingle). También puede haber dolor en las zonas aspiradas y sensación de plenitud abdominal. Algunos pacientes presentan mareos, vómito o dolor de cabeza (cefalea), por lo que se recomienda reposo asistido, especialmente al momento del baño.

Durante la primera semana, pueden cambiar los hábitos intestinales debido al reposo, la modificación de la dieta y el temor del paciente a pujar.

A partir del segundo día, es común la aparición de hinchazón (edema) en abdomen y piernas, que puede impedir incluso vestirse con ropa habitual.

Desde la segunda semana, el edema y los hematomas comienzan a disminuir. Sin embargo, pueden aparecer áreas endurecidas (plastrones) que evolucionan a nódulos bajo la piel, perceptibles hacia la tercera semana, y que se disipan progresivamente hasta desaparecer por completo alrededor de los cuatro meses.

La piel continúa adaptándose hasta el sexto mes, momento en que se alcanza el resultado definitivo, recuperando su tersura y suavidad.

La zona infraumbilical puede presentar disminución de sensibilidad hasta por un año, y el ombligo puede permanecer inflamado durante aproximadamente tres meses.

La cicatriz, inicialmente rosada y firme, irá madurando y tornándose blanca entre los 6 y 12 meses posteriores a la cirugía.

POSIBLES COMPLICACIONES

Aunque es una cirugía segura en manos expertas, la abdominoplastia puede presentar complicaciones como en cualquier procedimiento quirúrgico. Algunas incluyen:

Seromas (acumulación de líquido bajo la piel)
Cicatrices poco estéticas
Acumulación de grasa residual
Riesgos comunes a toda cirugía como infecciones o reacciones adversas

CUIDADOS POSTOPERATORIOS RECOMENDADOS

Mantener la posición encorvada por al menos 2 semanas.
Evitar el sol hasta que desaparezcan los hematomas (generalmente entre 3 y 6 meses).
Usar faja elástica o body de lycra durante 1 mes, o según indicaciones del cirujano.
Seguir al pie de la letra la medicación y cuidados prescritos.
Lavar el área de los puntos con agua y jabón, secar suavemente y aplicar alcohol, si así lo indica el médico.
Asistir a los controles postoperatorios:

- Día siguiente de la cirugía (en casa con la enfermera)

- A los 5 días

- A la semana o cada 2 semanas, según criterio médico

Los puntos son retirados en varias etapas, entre los 7 y 21 días postoperatorios.
Si se acumula líquido, el cirujano podrá realizar un drenaje controlado.
Los masajes postoperatorios no son imprescindibles, pero pueden ser recomendados en algunos casos.
Retomar actividades laborales sin esfuerzo físico a partir de las 2 semanas.
Ejercicio físico y labores pesadas solo después de 3 meses.